El 25 de mayo, varias mujeres miembros de Nuestras Hijas de Regreso a Casa recibieron un mensaje de correo electrónico en el que las acusaban de beneficiarse de la película y las amenazaban a ellas y a sus hijas. El mensaje las insultaba en términos muy ofensivos; les instaba a abandonar la ciudad y amenazaba con torturar a sus hijas. decía: “No se descuiden porke pronto tendran notisias desagradadbles.[sic]", decía, en especial refiriéndose a dos de las integrantes de la asociación Nuestras Hijas de Regreso a Casa: Marisela Ortiz y Marilu Andrade.
Alrededor de 430 mujeres han sido asesinadas en Ciudad Juarez y Chihuahua desde 1993. En 2008 han sido asesinadas 17 mujeres y 30 permanecen desaparecidas. Estos feminicidios son debidamente documentados por informes de observadores de Amnistia Internacional.
Mujeres jóvenes y de origen humilde, en su mayoría, son raptadas, mantenidas en cautiverio y sujetas a una feroz violencia sexual antes de ser asesinadas y dejadas en lotes abandonados. En algunos casos, sus restos son hallados por transeúntes al cabo de unos días o años después. En otras ocasiones las mujeres nunca son encontradas y sus familiares tienen que vivir con la angustia permanente de desconocer su destino o paradero.
Todo parece indicar que estas jóvenes son seleccionadas por sus victimarios por ser mujeres sin ningún poder en la sociedad. Suelen ser trabajadoras de las industrias maquiladoras que dominan la economía de Ciudad Juárez; camareras, empleadas en la economía informal o estudiantes. Muchas viven en circunstancias precarias, a veces con hijos que mantener.
Existen informes al respecto, como el de Amnistía Internacional, México: Muertes intolerables (AMR41/026/2003:), donde se evidencia el patrón de violencia existente tanto en Ciudad Juárez como en Chihuahua y la falta de medidas existentes para la investigación de los crímenes y la erradicación de dicha violencia. Aunque se han tomado algunas medidas por parte del Gobernador del Estado de Chihuahua, los crímenes no han sido resueltos, y continúan desapareciendo mujeres.
La Asociación Nuestras Hijas de Regreso a Casa es una organización constituida por algunos familiares y amistades muy cercanas a jóvenes asesinadas y desaparecidas, Sus inicios están registrados a partir de febrero de 2001, a partir del asesinato de Lilia Alejandra García Andrade. Entre sus objetivos se encuentran la lucha por la justicia, la visibilización y denuncia de los feminicidios, el apoyo a las familias de las mujeres asesinadas y la educación en Derechos Humanos y Derechos de las Mujeres.
En la actualidad las mujeres integrantes de la asociación Nuestras Hijas de Regreso a Casa han recibido amenazas aparentemente relacionadas con el estreno de la película Bordertown, que la asociación apoyó como forma de visibilización internacional de los feminicidios de Ciudad Juárez.
El 16 de mayo se estrenó en Ciudad Juárez el film Bordertown. Las integrantes de Nuestras Hijas de Regreso a Casa recibieron mensajes SMS anónimos en sus teléfonos móviles, en los que les decían que no apoyaran la película, las acusaban de sacar dinero de la situación y las amenazaban con investigarlas y encarcelarlas.
Así mismo, las integrantes de Nuestras Hijas de Regreso a Casa son sistemáticamente perseguidas y asediadas por sus declaraciones a los medios sobre la situación de impunidad en Ciudad Juárez.
Por estos motivos rogamos la adhesión de los distintos colectivos de los movimientos sociales a la petición que en nombre de los Derechos Humanos realizamos a la Embajada Mexicana en Madrid, exigiendo:
Que se garantice la seguridad de las integrantes de Nuestras Hijas de Regreso a Casa.
Que se garantice el derecho de libertad de expresión en la República de México.
Que se cumplan las obligaciones contraídas en virtud de la Declaración de las Naciones Unidas sobre el Derecho y el Deber de los Individuos, los Grupos y las Instituciones de Promover y Proteger los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales Universalmente Reconocidos, y que se garantice a los defensores y defensoras de los derechos humanos el ejercicio de sus actividades sin restricciones y sin temor a represalias.
Que se ponga fin a la impunidad y los autores de los feminicidios rindan cuenta de sus actos.
Que se disponga para ello una investigación sistemática para hallar a los responsables de los feminicidios.
Que se reconozca el feminicidio y la violencia de género como una forma de terrorismo machista.
En espera de su respuesta se despide atentamente:
Plataforma de apoyo a Nuestras Hijas de Regreso a Casa
FIRMA LA PETICION A LA EMBAJADA MEXICANA
domingo, 8 de junio de 2008
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